Donde hay
una frontera, hay contrabandistas que las pasan de noche con mercancías
prohibidas. También llamado estraperlo, descamino, ha sido durante generaciones
la forma de vida de los “paqueteros” que vivían con sus propias
leyes y códigos.
El término
contrabandista se refería al paquetero que movía mercancía entre fronteras. En
muchos casos esa mercancía no era suya, pertenecía a comerciantes y fabricantes
que contrataban sus servicios para la “distribución”. Se dice que muchas de las
grandes fortunas de familias vascas, navarras y catalanas se obtuvieron
utilizando estos “canales de distribución”. Ellos eran industriales,
empresarios o comerciantes respetados, pero el transportista era el “contrabandista”.
Siempre ha habido clases y aprovechados de la necesidad ajena.
Los
contrabandistas tradicionales del Pirineo aragonés a menudo eran gentes
humildes que a través del tránsito de mercancías se ganaban la vida. Muchas
veces más que contrabando de mercancías prohibidas, era un intercambio de mercancías
para evitar el pago de aranceles.
El
contrabando fue más activo en periodos inestables y difíciles, especialmente
entre los años cuarenta y los años sesenta del siglo pasado, en épocas de
posguerra y de escasez de suministros. La necesidad obligaba a buscarse la
vida.
Se
contrabandeaba con ganado vacuno, lanar, caballos, perfumes y cosméticos, café,
azúcar, tabaco, telas y sedas…incluso se dice que por el Valle de Tena pasó una
cosechadora desmontada en piezas.
El Conde
Henry Rusell, que exploró los Pirineos entre finales del XIX y principios del
XX fue desvalijado en una ocasión por contrabandistas. Fue a Francia, se compró
un pistolón y durante sus incursiones pirenaicas lo llevaba bien a la vista,
para disuadir a los bandoleros con los que se cruzaba de intentar desvalijarle
de nuevo.
Existen dos
travesías que recorren los mismos caminos, collados y picos que andaban los
paqueteros en aquellos tiempos y nos dan una idea de la dureza de la vida que
llevaban.
“La senda de
los contrabandistas”: Era una travesía clásica de “paqueteros” entre Francia y
España. Parte desde el telecabina de Artouste, situado a 15 km . de la frontera de
Portalet, sigue bordeando el lago D´Artouste y llega al refugio, lagos y
collado de Arremoulit, entre los picos Palas y Arriel. Desciende hasta el ibón
Arriel alto, se pasa al ibón Arriel inferior y desde aquí a Plano Cheto. Siguiendo
el GR 11 que viene del Respomuso, llega al embalse de La Sarra, y en 30
minutos, acabamos en Sallent de Gállego.
“La ruta de los contrabandistas”:
Sallent de Gállego también tuvo mucho trasiego de paqueteros con Canfranc y se
ha creado una ruta de trekking circular, “La ruta de los contrabandistas” con
inicio y final en Canfranc Estación.
En http://www.sendacontrabandistas.com/ detalla el recorrido de 5 días, un homenaje al Conde Rusell.
Sería muy
interesante crear “La carrera de los contrabandistas”, una carrera de montaña
que recordara la dureza de aquellas gentes, unión de historia, romanticismo y deporte.
Fuentes
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