Esta entrada en el blog es
muy especial, he contado con el testimonio de D. Elías Malvar Ogando, que
trabajó empleado de administrativo durante unos años en la construcción de la
Presa del Respomuso. Ha contado muchas anécdotas y datos curiosos. Nos
conocimos “virtualmente” cuando buscaba información por internet y di con él.
Desde aquí le quiero agradecer su ayuda
rescatando sus recuerdos y compartiéndolos con todos. Reproduzco textualmente
los recuerdos de Elías:
“Habiendo participado yo en la construcción
de esa obra, como empleado administrativo de la empresa constructora,
puedo añadir lo siguiente:
Había también un viejo receptor de radio, que difícilmente captaba las emisiones de "Radio -Tanger", en onda corta. Les escribían cartas a mujeres que se anunciaban en esa emisora, solicitando relaciones sentimentales y alguno terminó así en matrimonio.
Todos los embalses, centrales hidroeléctricas, etc., que existen en esta zona, fueron construidas por la empresa OBRAS Y CONSTRUCCIONES INDUSTRIALES, S.A. (O.C.I.S.A.), cuyo propietario era el BANCO URQUIJO.
Se inició la construcción de la capilla dedicada a la Virgen de la Nieves al final de las obras. Solamente tuvimos algún acto religioso ya antes de la construcción de esa capilla, en una ocasión en que un sacerdote jesuita nos visitó, llevándonos queso procedente de donativos de origen estadounidense.
El salario de un peón era de 15,50 ptas/día, en
jornada de 8 horas; pero se trabajaba normalmente dos horas más, que
se abonaban como extraordinarias, con un 20% de aumento.
Se trabajaba
también todos los domingos y días festivos, y esas horas, eran
consideradas todas ellas como extraordinarias, y se abonaban con el
consiguiente aumento que señalaban la reglamentación oficial de aquella época.
Solamente se descansaba en la festividad franquista del 18 de julio.
Se utilizaban mucho los destajos, consistentes
en abonarle a un grupo de obreros una prima especial por realizar una labor
determinada. En aquellas fechas, entre horas extraordinarias y primas, un
obrero podía ganar hasta unas mil pesetas mensuales, que suponían un sueldazo
en comparación con lo que se ganaba en otras zonas de España.
La vida en aquel centro de trabajo era muy
penosa, debido a la climatología, pero se veía compensada porque se ganaba
unos salarios mucho más elevados que en cualquier otra obra situada en
otras zonas mejor situadas.
Pero también había alegrías. Los que allí
trabajaban, se pasaban varios meses sin ver personalmente el rostro de ninguna
mujer y cuando alguna excursionista merodeaba raramente por allí, al verla, se
alborotaba el gallinero...
Los materiales de construcción eran
transportados desde La Sarra por un teleférico que solía descarrilar
con mucha frecuencia. Las piezas muy pesadas se subían hasta
Respomuso desde La Sarra, arrastrándolas sobre plataformas madera, de las que
tiraban varios obreros, que tenían una prima dineraria muy especial,
según el tiempo que empleasen.
El dueño de todo este complejo hidroeléctrico
era ENERGIA E INDUSTRIAS ARAGONESAS, S.A.- El principal accionista de esta
Entidad, también era el Banco Urquijo. O.C.I.S.A. construyó estas obras, por el
sistema económico de administración. Percibía un 10% de beneficio sobre el
costo total de las obras. (Teniendo Energía e Industrias Aragonesas y OCISA
como principal accionistas al Banco Urquijo, todas las ganancias, o pérdidas
que podía ocasionar este sistema de contratación, se quedaban en casa de los
Urquijo...)
OCISA tenía centralizado en Sallent de Gállego un
equipo técnico, formado por unos seis ingenieros de caminos, otro equipo topográfico
con personal altamente cualificado, y un laboratorio para controlar la fabricación
de los hormigones, etc.
Los áridos, arena y grava, se producían en canteras que
tenía la empresa en aquella zona. Se analizaba su composición química y se
hacían varias probetas, con diferente dosificación de cemento y agua, hasta
conseguir la mezcla que obtenía en el laboratorio el mejor resultado.
También se analizaba diariamente, la humedad
que tenían los áridos, ocasionada por cambios climáticos, para aumentar o
disminuir la cantidad de agua que debía utilizarse en el amasado del hormigón.
La estructura de los embalses se forma con grandes
bloques superpuestos, para evitar grietas de dilatación. Se sacaban probetas del
hormigón utilizado en cada uno de estos bloques; a estas probetas se las sometía
una prueba de resistencia 28 días después, en el laboratorio de Sallent y, si
no daban la la resistencia exigida, se destruía el bloque correspondiente a
estas muestras.
Las estaciones de fabricación del hormigón
destinadas al hormigonado del túnel que conducía el agua desde Respomuso hasta
Ibociecho estaban situadas algo alejadas. A las vagonetas que lo transportaban,
se les controlaba rigurosamente el tiempo que invertían en el transporte, y si
pasaban más de cinco minutos del tiempo marcado, antes de su utilización, se inutilizaba
ese hormigón, y se desperdiciaba.
También se tenían en cuenta las bajas temperaturas
existentes que existían en algunos días, y que podían dañar el fraguado del
hormigón. Para evitarlo se utilizaban a veces anticongelantes.
En Respomuso, residía un Ingeniero de Caminos,
permanentemente, al pie de obra, para dirigir y controlar meticulosamente todas
las operaciones de la construcción del embalse, y también de la perforación y
hormigonado del anillado del túnel. Se alojaba allí en una buena vivienda para
Ingenieros, que posiblemente se conservará aún, próxima al embalse. (La debieron de demoler) .
En la perforación del túnel, canteras, etc. se
utilizó gran cantidad de dinamita-goma-2 y de otro tipo de dinamita que
llamábamos dinamita-negra. Detonadores óctuples y mecha triple. Raramente se
utilizaron detonadores eléctricos para realizar explosiones combinadas
múltiples.
Me parece recordar que también se inició la
construcción de otro pequeño embalse más arriba de la presa de Respomuso, que
no se si finalizó entonces su construcción, no sé por qué razones de carácter
técnico o de utilidad rentable. (Este embalse nunca se terminó)
Existía un economato laboral, al pie de
obra. Los obreros adquirían los artículos alimenticios a precios muy bajos y
cada uno se cocinaba individualmente su comida. Había una cocina
general, en la cual varios obreros cuidaban de los pucheros que cada obrero le
entregaba individualmente para su cocción.
Los obreros dormían en barracones de
madera, recubiertos de techolita. No se pasaba frío, porque como la empresa era
productora de electricidad, teníamos su consumo gratis y solíamos
construir estufas eléctricas rudimentarias, enrollando alambre sobre un tubo de
uralita. Además, a un amigo mío, le conté veinte mantas en su
cama, que eran facilitadas gratuitamente por la empresa.
Solamente se trabajaba entre los meses de abril
a noviembre aproximadamente debido a la climatología de aquellas altitudes
pirenaicas, permaneciendo después cerradas las obras y cada obrero se marchaba
a su región de origen.
El agua del embalse de Respomuso es
conducida por un largo túnel hasta Ibonciecho. Desde allí hay una tubería
de acero muy reforzada que debido al gran desnivel existente produce una
elevada fuerza hidráulica que impulsa las turbinas de la central
hidroeléctrica de La Sarra, consumiendo poco caudal de agua. Cuando esta central
hidroeléctrica estaba aún en período de pruebas, la elevada presión del agua
rompió una aleta defectuosa de una turbina, que perforó la carcasa y
salió disparada hasta el techo de la central. No ocurrió ninguna otra
desgracia, porque existía un dispositivo de seguridad que disparó el
cierre de las compuertas de apertura en la salida del túnel. "
El
ibón de Respomuso, en el circo de Piedrafita, fue recrecido
artificialmente en los años 50 por medio de una presa de hormigón de
contrafuertes, que fue un reto de la ingeniería en su época por su compleja
ubicación. Fue proyectada por Vallarino y Ripio y se concluyó en el año 1958
La presa mide 55 m de altura y 207 m de longitud de coronación.
Tiene un único de desagüe de fondo, equipado con dos válvulas de compuerta.
El embalse consigue un
aprovechamiento hidráulico integral de la zona, al recibir aportación de aguas de una cuenca captada en
la presa de Arriel Bajo y conducida por una tubería de hormigón. Otra
aportación lateral que se capta en Pondiellos Alto y se canaliza a la chimenea
de la central.
Durante su construcción los
obreros tenían que pasar largos periodos allí instalados y se llegó a construir
un pequeño pueblo y la iglesia mencionada. Una reseña publicada en el diario
ABC el domingo 19 de septiembre de 1954
“Una
capilla en el Pirineo: Una capilla, en pleno Pirineo, a 2.130 metros de altura,
ha sido bendecida y consagrada por el obispo de Jaca. Está situada esta ermita
en el circo de Piedrafita…y ha sido construida y donada a la diócesis de Jaca,
quien la colocado bajo la advocación de la Virgen de las Nieves, por la empresa
constructora,… a fin de que sus empleados y obreros, en número de unos
quinientos, puedan asistir a los servicios dominicales religiosos, ya que lo
agreste del terreno impide bajar con frecuencia a los poblados.”
Para la construcción de la
presa se construyeron muchas instalaciones: Además del economato, barracones, casetas
diversas, almacenes, una central de machaqueo de áridos para preparar la grava,
canales para trasladar agua entre las cuenta de los ibones de Arriel y el de
Respomuso, un teleférico para subir materiales por el collado de Musales, silos
para almacenar los áridos, pilonas con poleas para mover hormigón…
A lo largo de diferentes
campañas se han ido desmantelando y retirando la mayoría de esos restos, aunque
todavía quedan visibles muchos de ellos.
Fuentes
Circo de Piedrafita y
Refugio de Respomuso Editorial Prames
Fotografías: Carlos Ruiz de Clavijo